AL BUEN TIEMPO... BUENA CARA :)
Aquí estamos, ha pasado casi una semana entera desde la última actualización. Pido perdón por ello. La verdad es que hasta ayer no tuve mucho tiempo libre. Los padres estaban fuera y me quedé 4 días con los niños y la abuela por casa...
Mañana de juegos + piscina = rutina...
Así han sido mis mañanas estos días: los despertaba a las 9:30, les preparaba el desayuno, veian la tele una hora y luego jugábamos a algo.
A la hora de jugar, los juegos se reducían al juego de mesa Sorry (muy divertido, por cierto), a hacer construcciones con LEGO, al UNO, al juego estrella del verano (pásamelapelotamientrassaltoeneletrampolín)... Enfin, así iba la cosa.
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Juego: Sorry |
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UNO |
A las 12.30 les hacía de comer: un bocadillo y poco más (ya sabéis que ellos no comen mucho, sino que cenan). Después les dejaba que jugaran por su cuenta un poco mientras yo recogía, ponía lavadoras y demás y a las 14.15 me los llevaba a la piscina
Llegábamos pronto (es que así me aseguraba que tenía sitio FÁCIL para aparcar) así que nos llevábamos la pelota, o el UNO, o lo que fuera y esperábamos a las 3. Ellos, a esa hora entraban, y yo me subía a la "galería" (sitio donde se puede ver la piscina), y leía (he de decir, a mi favor, que leerme el libro de Harry Potter 1 en inglés me está ayudando bastante).
A las 4 salían y volíamos a casa. Normalmente a esta hora ya estaba la abuela, así que yo ya tenía tiempo libre.
Como la abuela es la típica británica/irlandesa con sus costumbres arraigadas, la hora de cenar eran las 19h. Y ahí estabamos los 4.
Un día, la abuela me avisó que iba a llegar tarde, que por favor, hiciera la cena: pasta. Visto el éxito de la otra vez, no iba a permitir volver a comer: Pasta con mantequilla y queso, así que decidí hacer una salsa: cebolla picada, con jamón dulce, tomate frito con orégano y un poco de pimiento. No junté la pasta con la salsa, no fuera ser que se negaran a comersela. Pero resultó que la salsa les encantó, así que ahí estaban, introduciendose en el mundo de las salsas y descubriendo que, efectivamente, ¡LA PASTA SE PUEDE MEZCLAR CON SALSA!
Después de cenar, veían una película y a las 21.30 a la cama. Yo, aunque en principio no me toca, los llevaba a la cama (para ayudar a la abuela). Eso era una fiesta. No entenderé nunca como, viendo la tele se quedaban casi dormidos, y una vez arriba, tenían tanta energía.
Un día, la niña, sacó un libro del cole donde les enseñaban a decir: "hola me llamo..." y "buenas vacaciones" en diferentes idiomas, con lo que me hizo ser un taxista chino (bueo, chino y portugués, italiano, ruso, alemán...) y ella una turista que salía del aeropuerto para que pudieramos repetir esas dos frases tantos idiomas como había en el libro... Una fiesta.
Y esta ha sido la rutina... hasta ayer.
Un feliz 4 de Julio
Ayer, 4 de Julio, en Norte-América (si no me equivoco y no lo digo mal) se celebró el día de la Independencia. Pues bien, era el día que llegaban los padres de NY, y como ellos han estado tanto tiempo viviendo en América... Cómo no, ¡ese día se tenía que celebrar!
Como estaba mi HD, fue él quien llevó los niños a la piscina, pero ... como se está convirtiendo en una costumbre, no me avisó hasta 5 minutos antes de ir, cuando estaba en la puerta preparandome. Y se está conviertiendo en costumbre, porque en principio hoy ibamos a ir a conducir hasta donde tienen el próximo campamento la semana que viene, per ose ha pasado como 1a hora en el ipad y luego ha decidido que no ibamos a conducir, que se iba con los niños con la bici (cuando, otra vez, estaba yo preparada para irnos). Enfin... Todo no podía ser bueno.
Anoche, para cenar, mi HM estuvo como 2 horas en la cocina y mi HD utilizó la barbacoa... ¿el menú? Comida típica americana: hamburguesas, cebolla caramelizada, costillas con salsa barbacoa, maíz, una especie de patatas naranjas al horno... y no pudo faltar el brindis de: ¡Happy 4th of July!. Una americanada más en Dublín.
La verdad es que me encantó. Fue algo diferente que no esperaba vivir aquí en Irlanda. Además, me sentí totalmente integrada con ellos y nos reímos mucho. Y es que, si pienso, sólo llevo 2 semanas aquí, y ya me siento como en casa... Creo que no me querré ir cuando llegue el momento... Querré seguir siendo... UNA AU PAIR EN DUBLÍN